Pequeña universitaria toma una gran polla "¿Te estás recuperando?"
"Sí", dije, mordiéndome el labio mientras pensaba qué podía decirle a Astrid. "Probablemente sepa que tienes problemas con VanCamp e incluso que te tomó como rehén. Vete a la cama con esa estrella de cine o modelo. Llevas tiempo sintiendo algo por Natalie y necesitabas una oportunidad".
"¿Cómo sabes lo que pasó?", pregunté. Como dije, es difícil separarnos desde el secuestro.
“El secuestro… Me enteré de eso”, dijo. “Algún día”. “Carla… es una persona increíble”.
—En serio —dije—. ¡Joder! Solo te pido que aproveches eso por Danni y seas sincero con ella.
Seguimos en silencio durante diez minutos mientras reflexionaba sobre sus palabras. ¡Gracias por su tiempo y saludos! Disfruté de la imagen mental de ella sentada con las piernas cruzadas en mi cama, con una de mis camisas abotonadas, bebiendo café mientras sufría un grave despeinado. Su asistente. "¿Una probadita de qué, señor?"
Su lenguaje corporal dejó claro el doble sentido.