¡Mantente sexy!
Lo observo irse, con un vuelco en el corazón al cerrar la puerta. ¡Andy! "Al menos una persona a la que quiero está contenta". Suspira de nuevo. "A mamá no le va a gustar".
"¿Por qué no?" "Lo admito, quizá lo miré un par de veces, pero nada más."
"Cada oportunidad que tienes es mala", sonrío. "Te vi, señorita".
Ella intenta protestar aún más, pero se da cuenta de que es inútil. Lo chupo, lamiendo el glande y gimiendo con fuerza mientras él me lame con maestría, añadiendo un par de dedos a los movimientos de su lengua y explorando mi punto G. ¡Tus pechos se sentían increíbles a mi alrededor! ¡Lléname! "No", digo con firmeza. "Si hablo con Sally, ¿crees que podrías averiguarlo por Josh?"
"Puedo intentarlo", me mira con seriedad. "¡Sigue siendo sexy!"
Lo observo irse, con un vuelco en el corazón al cerrar la puerta. "¡Cariño!", se recuesta, gimiendo mientras acelero el paso, frotándome más rápido y con más fuerza. "¡Fóllame!", grito mientras su gruesa polla me penetra con fuerza, rozando mi sensible punto G, poniéndome más caliente y húmeda. "Podríamos unirnos en nuestra preocupación por ti".
Me besa la frente, sonriendo, aunque hay un dejo de tristeza en su sonrisa. "Vale, me has pillado", suspira. "No es que importe".
“¿Cómo es eso?” Inclino mi